¿Qué son las ETFs?

Las ETF, de sus siglas en inglés Exchange-traded fund, son fondos de inversión que cotizan en la bolsa de valores.

Pero bueno, eso no nos aclara demasiado, para entender un poco en qué consiste este instrumento, tenemos que entender primero

¿Qué es un fondo de inversión? Un fondo de inversión no es más que una cartera o portafolio colectivo. Es decir que, es un paquete de acciones u otros activos financieros, en los que podemos comprar participaciones.

La finalidad de estas carteras colectivas es que nos van a permitir invertir en un gran número de empresas, sin la necesidad de invertir en ellas de forma individual. Eso nos va a ayudar a reducir los costos, además de ser una excelente fuente de diversificación.

Dentro de los fondos de inversión, hay dos categorías muy importantes: los fondos de gestión activa y los fondos de gestión pasiva.

Partamos con los fondos de inversión activa: estos son carteras de inversión creadas por bancos o firmas de inversión y están activamente gestionados. Es decir, que hay un “Fund Manager” o Gestor de carteras, comprando y vendiendo los distintos activos que componen el fondo, para intentar mejorar el rendimiento del portafolio y de esta manera batir al mercado.

Aquí por ejemplo tenemos a los populares fondos mutuos. Si bien no necesariamente son un mal instrumento de inversión, tienen dos grandes problemas. Uno, generalmente no logran su objetivo de batir al mercado y dos, son demasiado costosos, las comisiones por compra y venta, además de lo que tenemos que pagar por la gestión activa, tienen un fuerte impacto en el rendimiento final de la cartera.

Los fondos de inversión pasiva en cambio no intentan batir al mercado, sino que tiene como finalidad replicar un índice de referencia. Esto hace que los costos de mantención y comisiones sean mucho menores a los fondos de gestión activa.

Y un gran ejemplo de los fondos de inversión de gestión pasiva son los ETF.

Entonces en palabras simples, un ETF es como un paquete de acciones, que está compuesto de la misma manera y en similares proporciones a su índice de referencia.

Por ejemplo, uno de los índices más importantes del mundo es el S&P500, que está compuesto por las 500 empresas más grandes de Estados Unidos. Y por supuesto, existen muchas ETFs que siguen a este índice, probablemente la más conocida sea la VOO, de la firma Vanguard. VOO entonces, es un ETF compuesto al igual que el SP500, por acciones de las 500 empresas más grandes de Estados Unidos.

¿Para qué me sirven las ETFs?

Una ventaja de las ETFs, es que existe un amplio catálogo en base a múltiples criterios. Podemos buscar ETFs que contienen acciones de una determinada industria (por ejemplo, para el sector tecnológico o para el sector de los videojuegos tenemos ETFs que contienen acciones de empresas de estas industrias); existen otras que están centradas en empresas de un sólo país o región (por ejemplo, ETFs centradas en empresas europeas, empresas alemanas, empresas asiáticas); otro criterio que hay son ETFs según el tamaño de empresa (para grandes empresas o para pequeñas y medianas) y hay ETFs que incluso seleccionan empresas según criterios de sostenibilidad, donde sólo se invierte en empresas que reúnen estas condiciones.

Una segunda ventaja de las ETFs es que te da acceso a acciones de empresas que de forma individual serían demasiado caras. Es decir, quizás no nos podríamos comprar las acciones de cada una de las 100 empresas que componen el NASDAQ 100, pero en una ETF que replique el NASDAQ (como la QQQ) estaríamos comprando una fracción de todas esas empresas con menos dinero. 

A diferencia de los fondos mutuos, las ETFs tienen bajos costos de mantenimiento y comisiones, que pueden llegar al 0,03% anual. En general, si supera el 0,9% ya sería una ETF cara. Esto es debido a la propia naturaleza de las ETFs de ser fondos de gestión pasiva, donde no hay nadie seleccionando ni comprando acciones, por lo que no hay grandes gastos por gestión.  

Otra ventaja de los ETFs, es que ofrecen una gran diversificación. Al seguir un índice de referencia, están compuestas por múltiples empresas. Comprando una ETF estaremos comprando un paquete compuesto por porciones de cientos de empresas. Teniendo varias empresas en nuestra cartera, estaremos poniendo nuestros huevos en varias cestas y estaremos minimizando el riesgo de nuestra cartera.

Como última ventaja, se puede invertir con poco dinero. A diferencia de otros productos financieros en los que necesitamos un mínimo de dinero para empezar a invertir, las ETFs no tienen este tipo de barreras de entrada, por lo que se convierten en un instrumento muy asequible para los bolsillos pequeños.

¿Cómo invertir en ETFs?

Invertir en ETFs, al igual que cualquier otro instrumento en la bolsa, tenemos que hacerlo a través de un “Broker”. Los “Brokers” son simplemente empresas intermediarias que harán las transacciones en la bolsa por nosotros.

Dependiendo del país habrán distintos brokers, usualmente los bancos ofrecen este servicio a cambio de una comisión pero también hay los llamados “online brokers”, generalmente son excelentes plataformas para realizar transacciones no sólo en ETFs sino que también  en acciones individuales, a un muy bajo costo.

Dentro de los brokers online más populares está DeGiro en Europa, RobinHood en Estados Unidos o eToro a nivel mundial. Te dejamos aquí el post donde os contamos paso a paso cómo crear tu cuenta y empezar a invertir con eToro.

Entonces, repasemos para que no se nos olvide. Las ETFs son fondos de inversión de gestión pasiva, que replican un índice de referencia y que cotizan en la bolsa de valores. 

Nos permiten invertir en un gran número de empresas comprando una sola participación, tienen muy bajos costos de mantenimiento y se puede empezar a invertir desde muy poco dinero.

¿Cómo invertimos? A través de un broker como DeGiro, RobinHood o eToro!

Muy simple, ¿verdad? Sin duda las ETFs son un excelente instrumento de inversión, sobre todo para quienes se están iniciando en el mundo de invertir en la bolsa!